El cliente

... habitual (IX).


Capítulo 9.

Gilbert llegó a la sala de prensa justo cuando iba a empezar la declaración. Decenas de periodistas estaban ya en sus puestos con las cámaras preparadas. Oteó entre aquella maraña de objetivos tratando de encontrar alguna cara reconocible de los miembros de su equipo. Al fin, la productora giró la vista hacia la puerta buscándole, se señaló el reloj en su muñeca resoplando y le hizo un gesto para que se acercara. La rueda de prensa había dado comienzo y el silencio era predominante. Ella le pasó un papel con varias preguntas que habían preparado y en voz baja, al oído, le dijo que eligiera sólo una. Gilbert las leyó todas con detenimiento, pero negó con la cabeza. Se inclinó hacia la productora y le susurró que tenía algo mejor que preguntar. Sabía que su mente germánica se revolvería contra esa improvisación y la mirada asesina que ella le lanzó no hizo más que confirmárselo, pero Gilbert ya estaba levantando la mano pidiendo el siguiente turno de pregunta.

Había pasado toda la mañana revisando los archivos adjuntos del email después de aquel mensaje en su teléfono. Primero hizo las típicas comprobaciones para confirmar fechas, fotos, personas, lugares y asegurarse de que todo aquello respondía a una información veraz y no al intento de algún idiota de colarle una fake new aprovechando el altavoz de la Cumbre. Una vez seguro de que todo era real, se zambulló con los distintos contratos escrutando las firmas, los nombres, los cargos, las empresas... En principio, no había nada más allá de las incongruencias morales que ya había detectado antes, nada que pareciera ilegal, pero había tanta información allí... Gilbert se dio cuenta de que no estaba logrando encontrar el hilo conductor y se preguntaba qué relación habría entre las noticias de violencia contra la población civil y los acuerdos a los que Ministerios u otros entes públicos llegaban con una u otra empresa y entonces se le encendió la bombilla: "¿Quién es Eitan Miller?". ¿Por qué esa pregunta? No había nadie que firmara con ese nombre ninguno de los contratos, tampoco nadie en ningún Gobierno o Ministerio, ni tan siquiera entre los múltiples asesores de los que tiraban los políticos para poder tomar sus decisiones con un mínimo de conocimiento. Entonces, ¿quién era el tal Eitan Miller?


En el hilo sonaba The Who

No hay comentarios:

Publicar un comentario