... nudista (VIII).
Capítulo 8.
Echó un vistazo rápido a ambos lados para comprobar que nadie más en la playa estaba pendiente de la escena. Sujetó el envase como si fuera una manga pastelera y le fue poniendo puntitos de crema con la delicadeza de un repostero que decora una tarta. Situó dos sobre cada pecho siguiendo la línea de sus clavículas, tres descendiendo por su esternón hasta encima de su ombligo, cuatro desde cada hueso de sus caderas recorriendo sus ingles hasta el final del bajo vientre, y una justo sobre la fina raya de vello que se había dejado en el pubis. Finalmente, esturreó un poco más sobre su muslo imitando la forma de una cara sonriente.
Ella no perdía detalle bajo el perfil de su sombrero. Mientras él se afanaba juntando los puntos que había ubicado por toda su piel, ella observaba su erección entre los huecos del hilado. Le complacía ver lo que provocaba en él sin siquiera tocarle. Aquella situación también la tenía encendida desde que había comprobado la firmeza de su cuerpo. Sentía una humedad en su interior que las manos de él pasando sobre su abdomen no hacían más que acrecentar. Se mordió el labio inferior en un gesto inconsciente, entreabrió las piernas doblando una rodilla y extendió su mano con la palma hacia arriba para alcanzar su pene desde abajo. Lo acarició sin llegar a rodearlo con los dedos hasta llegar a sus testículos y recorrió el camino de vuelta casi hasta la punta.
En el hilo sonaba - Jorge Drexler & Conociendo Rusia
Una manera de ir seducción, hasta el descontrol total.
ResponderEliminarUn descontrol controlado por la situación. En vivo, en público, en directo.
EliminarMuchas gracias!