... nudista (X).
Ella no conseguía ocultar su propia excitación. Su mano, tan pequeña, le daba a su polla una proporción desmesurada. Estaba en plenitud y parecía enorme. Al verla así, desde su perspectiva, deseó poder probarla en ese instante, tomarle la medida con su boca, saborearla, bañarla por completo en su saliva, pero la postura en la que estaban no era la más propicia y decidió centrarse en masturbarle. Le tenía, al fin, bien asido y con certeros movimientos repetidos agitaba sin parar el avispero. Parecía que él lo estaba disfrutando. No había fallo en seguir con el meneo.
Él no podía esconder un ápice de su fogosidad. Su mente había entrado en modo básico. Ya ni siquiera oteaba alrededor por si su actitud, tan poco recatada, hubiera despertado la curiosidad de algún mirón. Sus dedos se internaban en su coño, abierto y húmedo para su recepción. Oculto bajo el sombrero, podía sentir el movimiento circular de sus caderas facilitando la penetración. Deseaba verla entera, retorcerse, levantarla al vuelo en arrancada como había entrenado en el gimnasio y clavarse en su cuerpo liviano de un tirón, pero ella le tenía bien sujeto a pesar de su posición de sumisión. La idea de follarla en esa playa se hacía cada vez más inminente.
En el hilo sonaban - Quique González & David Ruíz (La M.O.D.A.)
La excitación sigue su rumbo, ¿Serán capaces de controlarse, o llegar hasta culminar su deseo y pasión?
ResponderEliminarTendremos que esperar jjj.
Un saludo.
¿Quién podría controlarse en una situación así? Eso es fuerza mental para los más entrenados.
EliminarMuchas gracias!